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Por eso la vitamina C es esencial para la salud: beneficios antioxidantes y apoyo al sistema inmunológico

Por eso la vitamina C es esencial para la salud: beneficios antioxidantes y apoyo al sistema inmunológico

Fisiología de la vitamina C

La vitamina C, también conocida como ácido ascórbico, es un nutriente hidrosoluble esencial en la dieta humana, desempeñando un papel fundamental en múltiples procesos fisiológicos esenciales para la salud. Una de sus funciones principales es la síntesis de colágeno, una proteína estructural que forma la base de los tejidos conectivos de nuestro cuerpo, como la piel, los vasos sanguíneos, los tendones y los huesos. Sin una cantidad adecuada de vitamina C, la producción de colágeno se vería comprometida, provocando problemas de cicatrización de heridas, fragilidad capilar y cambios en la piel. Además de la síntesis de colágeno, la vitamina C es crucial para el buen funcionamiento de las glándulas suprarrenales. Estos pequeños órganos situados encima de los riñones se encargan de producir hormonas esenciales para el manejo del estrés, como el cortisol. La vitamina C ayuda a garantizar que las glándulas suprarrenales tengan la energía necesaria para enfrentar los desafíos diarios, apoyando así el bienestar general del cuerpo. En el hígado, la vitamina C participa en la síntesis de varios compuestos esenciales, incluidas las carnitinas. Estas moléculas son esenciales para el transporte de ácidos grasos hacia las mitocondrias, donde se convierten en energía. Sin un aporte adecuado de vitamina C, la eficiencia energética del organismo puede disminuir, afectando negativamente a la vitalidad y al cansancio. Además, la propiedad antioxidante de la vitamina C es de vital importancia para proteger las células contra el daño oxidativo causado por los radicales libres. Este efecto protector es particularmente significativo en el contexto de la prevención del envejecimiento celular y de las enfermedades degenerativas. Como cofactor enzimático, la vitamina C interviene en reacciones bioquímicas clave, demostrando su capacidad para apoyar el sistema inmunológico y mejorar la absorción de hierro en el intestino. En general, la vitamina C es esencial para mantener la integridad y funcionalidad de nuestro cuerpo, apoyando una amplia gama de procesos vitales gracias a sus versátiles características fisiológicas.

¿Funciona contra los resfriados?

La comunidad científica lleva mucho tiempo debatiendo sobre la eficacia de la vitamina C para combatir el resfriado común. La vitamina C, también conocida como ácido ascórbico, es un nutriente esencial que desempeña un papel clave en el apoyo al sistema inmunológico, particularmente en el funcionamiento de los leucocitos, los glóbulos blancos que ayudan a combatir las infecciones. Los estudios han demostrado que la vitamina C contribuye a la producción y al buen funcionamiento de los leucocitos, mejorando así la capacidad del organismo para responder a infecciones virales como los resfriados. Sin embargo, la cuestión de si la ingesta de vitamina C realmente puede prevenir o curar los resfriados sigue siendo controvertida. Algunos investigadores sugieren que la vitamina C puede reducir la duración y la gravedad de los síntomas del resfriado cuando se toma en dosis altas, superando la cantidad diaria recomendada. Estos estudios indican que dosis diarias elevadas, a menudo superiores a 200 mg, pueden provocar una ligera reducción de la duración de un resfriado, aunque el efecto varía significativamente entre individuos. En particular, el uso regular de suplementos de vitamina C parece tener un mayor impacto preventivo en personas sometidas a un alto estrés físico, como atletas y personal militar, lo que sugiere que las circunstancias personales pueden influir en la eficacia de la vitamina C. Por otro lado, una parte La comunidad científica se muestra escéptica ante estas conclusiones y señala que muchos estudios presentan resultados no concluyentes o muestran sólo beneficios marginales. Algunos investigadores destacan que, para la población general, la suplementación con vitamina C puede no ofrecer un beneficio significativo en la prevención de los resfriados, y sugieren que una dieta equilibrada que satisfaga las necesidades diarias de vitamina C es suficiente para mantener un sistema inmunológico eficiente. En resumen, si bien existe una base científica para creer que la vitamina C puede influir positivamente en el sistema inmunológico y aliviar los síntomas del resfriado, se necesita más investigación para aclarar el alcance y la consistencia de estos beneficios. Hasta entonces, el papel de la vitamina C en la lucha contra los resfriados sigue siendo un área de investigación y debate científicos activos.

¿Cuánta vitamina C tomar con un resfriado?

La vitamina C suele estar en el centro del debate cuando se trata de prevenir y tratar el resfriado común. Sin embargo, los estudios científicos sugieren que su eficacia varía. En particular, con respecto a la ingesta de vitamina C durante las infecciones del tracto respiratorio superior (URS), los resultados son bastante específicos. Las investigaciones indican que dosis moderadas de vitamina C pueden reducir la incidencia de URS en personas con altos niveles de estrés físico, como los atletas. Esto puede deberse al papel de la vitamina C en el apoyo al sistema inmunológico y la protección de las células contra el estrés oxidativo. Sin embargo, cabe destacar que estos beneficios parecen limitados a contextos específicos y no se extienden automáticamente a la población general. Cuando se trata del resfriado común, la evidencia se refiere principalmente a la prevención más que al tratamiento. De hecho, comenzar a tomar suplementos de vitamina C una vez que han comenzado los síntomas del resfriado no parece proporcionar beneficios significativos. Esto significa que la vitamina C no se considera un tratamiento eficaz para reducir la duración o la gravedad de un resfriado una vez que han comenzado los síntomas. Esto se debe a que los procesos bioquímicos necesarios para que la vitamina C ejerza sus posibles efectos positivos sobre el sistema inmunológico pueden tardar en ser efectivos, lo que hace que la intervención tardía sea menos útil. Dicho esto, todavía se recomienda el consumo regular de vitamina C a través de la dieta, que incluye frutas cítricas, fresas, pimientos y verduras de hojas verdes, para mantener la salud en general. Para quienes quieran complementar, la ingesta no debe exceder la dosis diaria recomendada, a menos que lo indique un médico, ya que el exceso de vitamina C puede provocar efectos secundarios no deseados como malestar gastrointestinal. En resumen, si bien la vitamina C desempeña un papel importante en la nutrición y el apoyo inmunológico, no debe verse como una cura milagrosa para el resfriado común, especialmente si se toma después de que comienzan los síntomas.

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