Cuándo tomar café: nueva investigación sobre los efectos del consumo matinal y su relación con el cortisol
El café es sin duda una de las bebidas más consumidas y apreciadas en todo el mundo y, en particular, en Italia. La tradición de tomar café está arraigada en la cultura italiana y, según informa el más reciente estudio italiano, cada día se consumen 95 millones de tazas de café y la media por habitante es de 1,6 tazas al día. Pero ¿cuándo es el mejor momento para consumir esta querida bebida? ¿Y hay algún efecto secundario que debamos tener en cuenta? Aunque el consumo de café se reparte a lo largo del día, se sabe que la mayoría de las personas prefieren consumirlo por la mañana. Pero un estudio publicado recientemente en una prestigiosa revista científica descubrió que beber café por la mañana puede no ser tan beneficioso como se pensaba. El despertar es un momento delicado para el cuerpo. Durante las primeras horas de la mañana, el cuerpo comienza a producir cortisol, la hormona del estrés, que nos ayuda a despertarnos y prepararnos para el día. Al beber café, que es un estimulante conocido, es posible que estemos interfiriendo con este proceso natural. El estudio sugiere que beber café por la mañana puede empeorar la calidad del despertar a largo plazo, aumentando los niveles de estrés y ansiedad. Por ello, los expertos recomiendan esperar al menos una hora después de despertarse antes de tomar el primer café del día. Esto le dará al cuerpo la oportunidad de completar su proceso natural de despertar, permitiendo que el café tenga el efecto estimulante deseado sin interferir con los procesos naturales del cuerpo. Además, tomar café por la mañana puede tener otros efectos secundarios. Algunas personas pueden experimentar molestias estomacales o intestinales, especialmente si toman café con el estómago vacío. Otros pueden experimentar un aumento en la presión arterial o la frecuencia cardíaca. Si ha notado estos síntomas después de tomar café, puede ser útil consultar a un profesional de la salud para analizar posibles alternativas o cambios en su rutina de café. Además, aunque el café puede tener muchos beneficios para la salud, como efectos antioxidantes y la capacidad de acelerar el metabolismo, es importante recordar que como todo, el café debe consumirse con moderación. El consumo excesivo de café puede provocar insomnio, nerviosismo, irritabilidad, malestar estomacal y taquicardia. Por eso, para disfrutar plenamente de los beneficios del café, es importante prestar atención a la cantidad que consumes y cuándo lo haces.
Lo que dice el estudio
El estudio, publicado en una revista científica líder en el campo de la nutrición, examinó los hábitos de consumo de café en una gran muestra de población. Los autores del estudio analizaron los efectos que produce la cafeína, el ingrediente activo del café, en el cuerpo humano, con especial atención en los "bebedores habituales de café", es decir, aquellos que consumen al menos tres tazas de café al día. Según los resultados del análisis, los consumidores habituales de café desarrollan con el tiempo una especie de tolerancia a la cafeína, similar a lo que ocurre con otras sustancias estimulantes. Esto significa que después de un cierto período de ingesta regular de cafeína, el cuerpo humano se acostumbra a su presencia y su eficacia estimulante disminuye. Este fenómeno conduce a una especie de adicción a la bebida y, a menudo, a un aumento de la cantidad de café consumido diariamente para obtener los mismos efectos de vigilia. Lo que ha despertado especial interés entre los científicos es el hecho de que el café ingerido por la mañana podría tener un efecto inhibidor sobre la producción de cortisol. El cortisol es una de las hormonas producidas por el cuerpo humano para ayudarnos a despertarnos y afrontar el estrés. Alcanza su pico de producción por la mañana, precisamente para preparar el organismo para afrontar el día. Por tanto, tomar café por la mañana reduciría la producción de cortisol, con el efecto de hacernos sentir más cansados cuando el efecto de la cafeína desaparece. Por tanto, los autores del estudio subrayan que el consumo diario de café, y especialmente por la mañana, podría reducir con el tiempo su eficacia e incluso resultar contraproducente. Según esta investigación, sería preferible limitar el consumo de café por la mañana y preferir otros momentos del día para evitar acostumbrarse al efecto estimulante de la cafeína y mantener la sensibilidad a la sustancia.
¿Cuándo es mejor tomar café?
Un aspecto importante en el consumo de café es sin duda el momento del día en el que elegimos tomarlo. De hecho, un estudio ha sugerido que el momento en el que decidimos tomar nuestro café puede tener un impacto significativo en su eficacia a la hora de producir los efectos deseados como, por ejemplo, proporcionar un rápido impulso a nuestra energía. Según esta investigación, el horario ideal para consumir café por la mañana sería entre las 9.30 y las 11.30 horas. Este período se calibra en función de la actividad de la hormona cortisol, que alcanza su pico en la primera parte de la mañana. Beber café cuando el nivel de cortisol es alto puede provocar un aumento de la tolerancia a la cafeína, reduciendo así sus efectos positivos. Por lo demás, consumir café entre las 9.30 y las 11.30, cuando los niveles de cortisol empiezan a bajar, permite aprovechar los efectos estimulantes de la cafeína. Esto fortalecería nuestro nivel de alerta al promover la concentración, lo que podría ser particularmente útil en el contexto laboral o de estudio. Por la tarde, sin embargo, el momento más adecuado para tomar un café sería entre las 14 y las 17. En este período de tiempo, el cuerpo sufre una disminución natural de energía, de hecho, tomar café en este período de tiempo permitiría Combatir la típica sensación de cansancio post-almuerzo. También es interesante la observación sugerida por el estudio sobre la relación entre el consumo de café y las siestas vespertinas. Según investigaciones, tomar café antes de dormir la siesta puede inhibir la producción de adenosina, un neurotransmisor que tiene la función de provocar somnolencia. La cafeína presente en el café compite con la adenosina por los receptores del cerebro, limitando así la sensación de cansancio y favoreciendo un despertar más animado y menos traumático. En conclusión, el momento en el que elijamos consumir nuestro café puede afectar significativamente a sus propiedades y a la forma en la que nuestro organismo reacciona ante él. Cualquiera que quiera aprovechar al máximo los beneficios potenciales del café debería considerar optimizar el momento de su consumo.
¿Cuándo es mejor evitar el café?
A pesar de las innumerables cualidades y beneficios para la salud que nuestro amado café puede brindar, es de vital importancia recordar que demasiado de algo bueno puede volverse dañino. Un hecho indiscutible es que el café, o mejor dicho, la cafeína que contiene, es un poderoso estimulante del sistema nervioso central. Por tanto, un consumo excesivo de café puede conllevar una serie de contraindicaciones y efectos secundarios no deseados. En primer lugar, se desaconseja encarecidamente tomar café por la noche. Esto se debe a que la cafeína puede dificultar significativamente el descanso nocturno. Tomar café unas horas antes de acostarse no sólo puede dificultar el conciliar el sueño sino que también puede alterar la calidad del sueño, haciéndolo menos reparador y provocando despertares frecuentes durante la noche. Se ha demostrado que la cafeína puede permanecer en el organismo durante varias horas después de su consumo. Por lo tanto, incluso si no te sientes despierto inmediatamente después de tomar café, aún podría interferir con tu sueño más adelante. Este consejo es aún más válido para quienes padecen problemas de sueño o trastornos como el insomnio. Sabemos que para un buen descanso es fundamental crear un ambiente tranquilo y relajante antes de acostarse, sin estímulos externos que puedan alterar el ritmo biológico. Por tanto, evitar la cafeína es uno de los primeros pasos para garantizar una buena rutina de sueño. Además, incluso durante el día, es mejor no exceder una determinada cantidad de café. El consumo excesivo de cafeína puede provocar una serie de efectos secundarios como nerviosismo, irritabilidad, inquietud, taquicardia, trastornos gastrointestinales entre otros. Si tienes tendencia a sentirte ansioso o si estás pasando por un momento particularmente estresante, podría ser una buena idea limitar tu consumo de cafeína. Es importante señalar que la sensibilidad a la cafeína puede variar de persona a persona. Si bien algunas personas pueden tolerar varias tazas de café al día sin experimentar ningún efecto nocivo, otras pueden comenzar a sentirse agitadas o ansiosas después de una sola taza. Escuche a su cuerpo y ajústelo en consecuencia. En última instancia, el café no es el malo de la situación. Sin embargo, como ocurre con todo en la vida, el equilibrio es la clave. Disfruta de tu café, pero asegúrate de hacerlo con moderación y en el momento adecuado del día. Recuerda, una buena taza de café es un placer, no una necesidad. Bebe responsablemente.